Hasta el minuto 36, el Real Madrid parecía tener controlada la situación. De hecho, el Atlético no había conseguido ningún remate a puerta...
Hasta el minuto 36, el Real Madrid parecía tener controlada la situación. De hecho, el Atlético no había conseguido ningún remate a puerta y tanto Ronaldo de falta directa que desvió el meta rojiblanco, como Bale que tuvo el gol en sus botas en una clara ocasión, pudieron adelantar a los blancos y encarrilar la final.
No obstante, todo cambió en una jugada sin aparente peligro donde Iker Casillas realizó la cantada del siglo que Godín supo aprovechar con flojo remate de cabeza gracias a que Khedira le estaba cubriendo bien. Pero el gran capitán falló, y si antes podíamos decir que ganábamos lo partidos gracias a Casillas, hoy, por desgracia, podemos decir que ganamos a pesar de Casillas.
Pasaban los minutos y el sufrimiento del aficionado madridista iba en aumento. El Atlético defendía su resultado con uñas y dientes y el Madrid no encontraba huecos. Es ahí cuando intervino Ancelotti con un doble cambio, Sami Khedira y Coentrao dejarían su puesto a Isco y Marcelo, y ahí empezó el Real Madrid a mejorar.
Las ocasiones se sucedían, pero sin conseguir materializar ese gol tan deseado. A pesar de ello, como es propio de nuestro club, no dejamos de luchar hasta el final y Sergio Ramos, un ejemplo de madridismo, fue el que más empujó a los suyos y su esfuerzo se vio recompensado con un golazo de cabeza tras un saque de esquina.
En la prórroga, con un Atlético bastante más mermado físicamente que el Real Madrid, se consiguió la gesta. Morata roba un balón en el centro del campo y abre para Di María a la banda izquierda, éste se va de dos contrarios y acaba rematando a puerta donde le esperaba Courtois que lograba despejar. El rechace lo aprovecha Gareth Bale para conseguir la remontada con un excelente cabezazo que iría directo a la escuadra, justo en el minuto 110, la Décima se podía palmar con las manos.
En el minuto 118 una jugada personal de Marcelo acaba dentro de la malla rojiblanca, el gran disparo del brasileño logró ser interceptado por Courtois, pero no lo suficiente como para evitar el gol.
Dos minutos después, Cristiano fue víctima de un penalti que él mismo lanzó para hacer el cuarto de la noche y, lo más importante, conseguir que millones de madridistas sientan un felicidad única... GRACIAS, REAL,ya son DIEZ...
GALERÍA DE FOTOS DE LA DÉCIMA
¡HALA MADRID!
COMENTARIOS