Crónica - Jornada 29: Rayo Vallecano 0 - Real Madrid 2
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El Rayo salió muy valiente ante el Real Madrid, con un planteamiento muy ofensivo que le supuso una llegada casi continua al área blanca. Sin embargo, la defensa madridista estuvo inconmensurable, especialmente los dos centrales, que lograron interceptar pases muy peligrosos, y despejar balones que pudieron haber puesto es más de un apuro a Casillas.
Por otra parte, la puntería de los jugadores locales desde la frontal tampoco fue buena, y varias ocasiones claras las mandaron directamente fuera. Casillas también despejó algún tiro, en más de una ocasión con su típico saque de puños, del que, en mi opinión, está abusando demasiado, ya que suele acabar cerca del área, con un rival preparado para aprovechar el regalo que les deja el capitán madridista.
El esfuerzo de los locales no dio sus frutos en la primera parte, algo que acabaron pagando en la segunda mitad. Las fuerzas ya flaqueaban en los rayistas, y el Real Madrid empezó a hacerse con el control del juego, llegando al área de Cobeño cada vez con más peligro.
La jugada más polémica del encuentro llegó en el minuto 50. Cristiano Ronaldo se fue en velocidad directo al área, allí es derribado claramente por Amaya, haciendo un penalti de manual. Para sorpresa de todos, incluso de la parroquia local, el colegiado se dirige al luso para sacarle una amarilla por fingir una falta...
No contento con ello, Melero López continuó con la mano suelta y mostró otras tres amarillas a jugadores del Real Madrid. A Bale, por una entrada por detrás, a Kroos por protestar y a Carvajal por una disputa de balón que debió quedarse en una simple falta.
No obstante, la parcialidad del colegiado no amedrentó a los nuestros y siguieron volcados completamente al ataque. Tanto Marcelo, como Bale, como Ronaldo dispusieron de sus ocasiones antes de que llegara el primero de la noche. Ocurrió en el minuto 67. Gareth Bale abrió a la banda derecha, donde se incorporaba Carvajal con gran velocidad, se hizo con el esférico, consiguió irse de sus rivales, para acabar centrando al área donde Ronaldo ya estaba preparado para tirarse en plancha y anotar de cabeza, abriendo así el marcador.
El Rayo intentó reaccionar pronto, pero de nuevo Ramos estuvo atento para desbaratar las aspiraciones de sus contrincantes, así como Casillas repetía su despeje de puños. En el minuto 73, James Rodríguez consiguió el gol de la tranquilidad. Recibió de Cristiano en la frontal, y desde allí lanzó un tiro imparable para Cobeño que nada pudo hacer para evitar que el balón terminara en las mallas de su portería.
En la recta final del encuentro ambos equipos llegaron al área rival, sin embargo, las fuerzas ya flaqueaban y ninguno de los dos consiguió anotar otro gol. Resumiendo, una parte para cada equipo, la primera para el Rayo, y la segunda para el Madrid, que, al contrario que su rival, aprovechó las ocasiones que tuvo, a pesar de ciertos errores arbitrales que no lograron desestabilizar a los madridistas.
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