Victoria aparentemente cómoda, pero que tuvo sus dificultades. Tanto por el buen juego desplegado por el Levante en los primeros minutos, como por las múltiples bajas que sufre la plantilla del Real Madrid.
El Levante salió sin ningún complejo al césped del Santiago Bernabéu. De hecho, fueron los valencianos los que crearon la primera ocasión de gol en el minuto 4, con un disparo de Roger que se envenena al tocar en Varane y que Navas desvia a córner. En ese mismo saque de esquina, Feddal manda el esférico con remate de cabeza.
En el 27 llegó el primer gol del encuentro. Marcelo roba un balón gracias a su presión arriba, avanza y se apoya en Ronaldo. Cuando el brasileño ya estaba en el área, Cristiano se la devuelve, el lateral madridista realiza un magnífico control, para acabar rematando como si fuera un delantero nato.
La segunda parte comenzó sin Gareth Bale, que fue sustituido por Lucas Vázquez. La verticalidad del canterano suele desesperar a sus rivales, que sólo logran frenarlo de forma ilegal. Primero fue Deyverson el que le soltó el brazo impactando con la cara de Lucas, y después José Mari, que le propinó un claro empujón. Ambas acciones fueron sancionadas con tarjeta amarilla.
El esfuerzo desplegado en la primera mitad se vio reflejado en el juego de la segunda. Donde las llegadas al área no crearon peligro al cometer fallos, bien en el último pase, bien en el remate. La más clara por parte de los levantinos la tuvo Ghila, que remató a bocajarro, viendo cómo Navas (que está realizando una gran inicio de temporada) despejaba su disparo.
En el minuto 81, un recién entrado Jesé aprovechó su frescura para irse de su defensor con una bicicleta y culminar su jugda personal con un disparo potente que selló la goleada local. Tres puntos, tres goles a favor y ninguno en contra.
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