De la primera parte del partido poco se puede destacar. El Madrid mantenía la posesión del balón, pero no creaba ocasiones de gol. Se notaba...
De la primera parte del partido poco se puede destacar. El Madrid mantenía la posesión del balón, pero no creaba ocasiones de gol. Se notaba la falta de Rudd Van Nistelrooy quien siempre es un referente en el ataque. Su sustituto, Saviola, poco pudo hacer ya que no le llegaron balones claros de gol. A quien sí le llegaron buenos balones fue a Raúl, el hombre más adelantado, quien los desaprovechó una y otra vez (increíble lo que falló hoy el capitán, pero la prensa seguirá diciendo que está en plena forma...).
En la segunda parte, el Real Madrid siguió con su tónica de despropósitos haciendo que el partido se complicase cada vez más. Sólo cuando Schuster realizó los dos primeros cambios las llegadas a la meta contraria parecían ser más frecuentes. Higuaín y Saviola dejaban su puesto a Robben y Robinho. La presencia del brasileño dio alegría a un ataque tremendamente lento y aburrido. Así llegó el primer el gol. Raúl recibe un balón en el área, el capitán se tira claramente y el balón llega a Robinho quien marca sin dudarlo un instante. Cuando el 10 blanco se disponía a celebrar su gol, se da cuenta de que el árbitro había señalado un penalti sobre el capitán (que no fue) y su gol es anulado. Robinho no acaba de creérselo, pero el árbitro no duda en que hay que tirar la pena máxima. ¿Quién será el afortunado que dispondrá de tal oportunidad para aumentar sus estadísticas personales? Efectivamente, el señor Raúl, que después de haber fallado varias ocasiones de gol, le llega una "recompensa" en forma de penalti; ya que no fue capaz de marcar en numerosas jugadas, lo mejor es probar de la forma fácil... El capitán, ahora sí, engaña al portero, marca su tercer gol de la temporada en el minuto 66 y lo celebra por todo lo alto.
A partir de entonces, el Madrid lo sigue intentando por ambas bandas con Robben y Robinho, aunque el Betis no tiró la toalla y tras un saque de esquina Diarra da el susto cuando, intentando despejar, estrella el balón en el palo. Cuando faltaban poco más de diez minutos para el final, Julio Baptista sale al terreno de juego en sustitución de Sneijder. El brasileño aprovechó perfectamente su oportunidad logrando un espectacular gol de chilena en el minuto 85, que levanta a todo un Santiago Bernabéu, y posteriormente, un cabezazo que acaba rebotando en el poste. Una merecida recompensa para un luchador nato que ha demostrado que puede tener un sitio en el once inicial.
El Real Madrid logra así una victoria que le devuelve al liderato de la liga, aunque empieza a sembrar las dudas dado al tremendo bajón de juego que está mostrando y que incluso llevó al público a realizar los primeros silbidos de la temporada. Esperemos que vuelva aquel juego alegre y bonito con los que el Madrid nos deleitaba en los primeros partidos de liga.
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