Si el pasado martes pudimos disfrutar de un excelente juego del Real Madrid, hoy, en la celebración del 60 cumpleaños del Santiago Bernabéu,...
Si el pasado martes pudimos disfrutar de un excelente juego del Real Madrid, hoy, en la celebración del 60 cumpleaños del Santiago Bernabéu, pudimos padecer la otra cara de la moneda. Ya en los primeros momentos del partido se podía apreciar la falta de compenetración de los jugadores más ofensivos, ya que no eran capaces de hilvanar una jugada completa. Osasuna intentaba sacar provecho de la situación, pero la defensa del Madrid, todo lo contrario que la delantera, sí que estuvo acertada y logró cortar las primeras llegadas de los navarros. Afortunadamente, Van Nistelrooy logró marcar en el minuto 15 tras un lanzamiento de falta perfectamente ejecutado por Sneijder.
El delantero madridista volvió a ser decisivo y consiguió marcar un importantísimo gol que daría tranquilidad a todo el equipo y a toda la afición. El holandés no sólo fue el artífice del gol más importante del partido, sino que también estuvo muy presente en las jugadas defensivas, siendo su actuación vital para el desenlace del encuentro.
Por el contrario, encontramos a un Raúl que volvía a mostrar su peor cara, de nuevo perdido por el campo, sin apenas intervenir en el juego y, las pocas veces que lo hizo, perdiendo balones en el borde del área (9 pérdidas) Para colmo, el capitán no quiso moverse de su puesto de delantero centro en todos los 90 minutos, obligando así a Van Nistelrooy a bajar a defender en todas la jugadas y, por consiguiente, privándonos de esas grandes jugadas que él sólo sabe hacer dentro del área.
Así se llega al descanso del partido, el Madrid matiene la portería a cero gracias a la buena actuación de sus defensas, muy especialmente a la de Pepe, que hoy ha desmostrado con creces que está sobradamente capacitado para jugar en el Real Madrid. El portugués cortó jugadas de todas las formas posibles y completó un partido perfecto. La segunda mitad fue un calco de la primera, ni los cambios realizados por Schuster, Guti y Gago entraron por Baptista y Diarra, lograron imprimir mejor ritmo al juego blanco.
Con tan escasa ventaja en el marcador y esa apatía de cara al gol nadie podía asegurar la victoria local. Pero, en el minuto 76, aparece de nuevo la pareja holandesa para subir el segundo tanto al marcador. En esta ocasión fue Van Nistelrooy, tras un espectacular arranque desde atrás de Robinho, quien asistió a Sneijder y, éste último, volvía a deleitarnos con uno de sus fuertes disparos desde fuera del área. Un gol muy importante, no sólo para el resultado final de este partido, sino también para que el holandés recupere la confianza en sí mismo y vuelva a ser el mismo que en los primeros partidos de Liga. Nada más marcar, el entrenador realiza el último cambio del partido; Marcelo deja su puesto a Heinze, cambio un tanto inexplicable teniendo en cuenta que el brasileño no sufría ninguna lesión. Parece que la fama de defensivo la tenía Capello, pero Schuster no se queda atrás...
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