Todo apuntaba a que sería el derbi madrileño más igualado de los últimos años ya que el Atlético de Madrid vuelve a estar en lo más alto de ...
Todo apuntaba a que sería el derbi madrileño más igualado de los últimos años ya que el Atlético de Madrid vuelve a estar en lo más alto de la tabla. Prensa y afición apuntaban a que por fin se volvería a ganar al Real Madrid en el Calderón. Pero la realidad fue muy distinta y, para sorpresa de todos, el Real Madrid se adelantaba en el marcador nada más comenzar el partido gracias a un error de Pablo que deja el balón a Robinho en la banda izquierda.
El defensa rojiblanco intenta enmendar su error, pero el brasileño le hace un espectacular regate y, cerca de la línea de fondo, envía un pase al centro del área donde está Raúl, quien sólo tiene que empujar el balón hacia la portería rival. El capitán blanco celebra el gol de una forma similar a la de Ronaldo en su época culé, para acabar en la banda señalando su número y su nombre. La calidad que Raúl ya no exhibe en el juego lo "compensa" con sus "espectaculares" y vistosas celebraciones, qué bonitas le quedan...
Menos mal que, en esta ocasión, Robinho estaba más adelantado que el "siete" madridista y así deshacía cualquier posible fuera de juego, ya que el capitán también tiene que "compensar" su pérdida de velocidad de alguna forma, y no se le ocurre otra que la de ponerse por delante de los defensas (si no es así, no hay forma de llegar al balón).
Lo malo es que en fútbol eso significa un fuera de juego, y así, lo único que consigue "nuestro" Raúl, es convertir las asistencias a los delanteros en misión casi imposible.
Los blancos siguieron dominando el partido hasta los locales lograron reponerse al tempranero gol y empezaron a asediar la portería de Iker Casillas. Una vez más, el de Móstoles volvió a ser decisivo con su impresionante paradas y los delanteros atléticos empezaron a desesperarse.
Fue entonces cuando Sneijder saca un corner hacia el área rival y Van Nistelrooy remata al primer bote (el holandés no deja de sorprendernos con sus goles) y logra el tanto decisivo para la victoria madridista. Cinco minutos después se llegaba al descanso.
La segunda parte no fue tan intensa como la primera. Por una parte, los atléticos iban perdiendo fe en sus posibilidades y, por otra, el Madrid se dedicaba más a conservar el resultado que a seguir atacando. No obstante, fue precisamente el equipo blanco el que dispuso las ocasiones más claras en los últimos minutos de juego que no pudieron materializarse en gol.
La nota más negativa del partido fue la nueva lesión de Pepe. Parece que el portugués no estaba del todo repuesto y su titularidad le pasó factura. Bien es cierto que, con la plaga de lesiones que está sufriendo la plantilla, la opción más apetecible era la de arriesgar, pero dicha apuesta puede salirle cara el Madrid si Pepe no logra recuperarse pronto. Está claro que Míchel Salgado no es el que era y comete múltiples fallos que en, un equipo como el Real Madrid, son imperdonables.
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