Si en la última noticia comenté el desaire que Vicente del Bosque le hizo a Florentino Pérez justo después de que el Real Madrid ganara...
Si en la última noticia comenté el desaire que Vicente del Bosque le hizo a Florentino Pérez justo después de que el Real Madrid ganara la Supercopa de Europa, ahora toca dedicar unas palabras a un ejemplo de todo lo contrario: Diego López. A pesar del calvario que pasó el cancerbero gallego y su injusta salida del club (recordemos que hace unos meses decía que sólo se iría del Real Madrid si le echaban de una patada en el culo y lo han hecho) él sigue anteponiendo los intereses del club a los suyos propios. En su carta de despedida deja constancia de ello, donde sólo ha tenido palabras de agradecimiento hacia el club de su corazón, el mismo que le inculcó unos valores a los que sigue siendo fiel con hechos y no con meras palabras como hace nuestro seleccionador. Mi más sincera admiración por Diego López. Un portero, un canterano, que merecía seguir defendiendo nuestra camiseta.
Transcribo la carta que fue publicada en la Web Oficial del Real Madrid:
Hace 32 años nací en un pequeño pueblo de la provincia de Lugo, Paradela. Soñaba con ser futbolista, pero lo que nunca llegué a imaginar fue que llegaría a jugar en el club de mi corazón, el Real Madrid. Es algo de lo que me sentiré eternamente orgulloso. Por eso tengo que dar las gracias al club y a su presidente, Florentino Pérez, por haberme dado otra oportunidad de defender este escudo.
Para un canterano volver al club de su vida es lo más grande.
Gracias a dos geniales entrenadores (José Mourinho y Carlo Ancelotti) y a sus respectivos cuerpos técnicos por su confianza, por todo lo que he aprendido de ellos; por darme la opción de competir, que es la esencia del deporte.
Gracias a todos mis compañeros, fisioterapeutas, doctores, utilleros y empleados del club. Ha sido un privilegio poder compartir con todos vosotros momentos de gran felicidad; gracias por haberme tratado con tanto cariño. A todos os deseo lo mejor.
Y por supuesto, todo mi agradecimiento al madridismo, esa gran familia repartida por todo el mundo. Gracias por vuestra acogida y por toda vuestra fuerza durante este tiempo: os llevaré en el corazón para siempre.
Me voy feliz por haber dado todo de mí. Mi único objetivo fue trabajar día a día con respeto y dedicación y defender con pasión los valores del mejor club del mundo.
Por todo esto puedo decir orgulloso que cada minuto en el Real Madrid fue un regalo del cielo.
¡Hasta el final, vamos Real!
De un madridista.
Diego López
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