Entrevista a Manolo Sanchis, realizada para la Revista del Real Madrid en Diciembre del año 1997
- 8 Ligas (1986-1987-1988-1989-1990-1995-1997-2001).
- 2 Copas del Rey (1989-1993).
- 5 Supercopas (1988-1989-1990-1993-1997).
- 1 Copa de la Liga (1985).
- 2 Copas de la UEFA (1985-1986).
- 2 Copas de Europa (1998-2000).
- 1 Copa Intercontinental (1998).
MARCAJE AL HOMBRE: "SOY ALGUIEN A QUIEN NO SE CONOCE"
Nadie podrá negar que es un hombre de palabra. De palabras justas, pero de palabra. De los que más tiempo llevan, y del que menos cosas sabemos. Por decisión propia, claro, porque ha sabido preservar su intimidad hasta los límites que se fijó al llegar, cuando fue origen de una generación de la que será final, la famosa Quinta. Habrá dicho menos de lo que queríamos, pero nadie podrá negar que siempre estuvo donde debía.
- Manolo, a ti no te gustan las entrevistas...
- No nte disgustan. I.as que no me gustan son las que llevan una segunda intención.
- Esta no pretende eso, ojo.
- Lo imagino, pero hay muchas otras que sí. En los medios de comunicación hay una terrible competencia. El titular manda y yo siempre he sido contrario al titular.
- La verdad, uno no te imagina en la portada de un diario, posando de forma "extravagante"; qué se yo, disfrazado de algo, subido a un elefante...
- Nunca he sido un buen colaborador en ese sentido. He tenido un sentido del ridículo bastante grande.
- Por lo que sea, siendo uno de los que más tiempo llevas, eres de los que menos cosas sabemos de ti.
- Sí, ese ha sido uno de los objetivos que me marqué cuando comencé en el fútbol: intentar que la forma de ser que tenía "antes de", se mantuviese lo más virgen posible.
- Y eso ha supuesto...
- Muchas veces enemistad con gentes e incomprensión con los medios, pero era la única manera de subsistir, de ser fiel a mis dos mundos: mi vida como futbolista y mi vida privada.
- Sanchis es un enigma.
-Sí, y si eso supone algún problema, lo lamento, pero soy un celoso de mi intimidad.
- Eso no implica que tengas algo que ocultar. ¿O sí?
- En absoluto. Una de las cosas que más me gusta es poder ir siempre con la cabeza bien alta.
- ¿Pero hay algo que no conozcamos, que rompa con esa imagen tuya seria, frío, distante...?
- Soy una persona seria, eso no se puede cambiar. Pero en mi vida privada, hay un montón de cosas que la gente no sabe.
- Y prefieres que sigan sin conocerlas.
- Creo que el Sanchis que conocen es el que la profesión obliga a que conozcan. El resto pertenece a mis familiares y a mis amigos.
- El problema es que a veces se comenta, se murmura, y no pareces mostrar un excesivo interés en desmentir aspectos que dañan tu imagen.
- Esa batalla está perdida de antemano. Sigo siendo alguien a quien no se conoce, y si otros están empeñados en crearme una imagen, sea o no cierta, y tienen los medios para ello, lo pueden llegar a conseguir.
- De todo lo que se ha dicho sobre ti. ¿hay algo que te haya hecho daño?
- A nadie le beneficia que hablen mal de uno, o que le incluyan en tramas perversas... aunque hay que convivir con ello y superarlo. Pero te garantizo una cosa: la mayoría de los problemas que he tenido han sido antes del pitido inicial del partido, más que durante el mismo.
- Yo tengo una imagen distinta de Sanchis. Era en tu época de facultad, estabas en un bar de Moncloa, tomando cañas con tus compañeros de clase, en una actitud sumamente campechana...
- Tú en ese momento tuviste la ocasión de ver "al otro", porque ya te he dicho que hay dos: el que convive con su profesión y otro que es un paisano más. Un paisano que intenta defenderse de las agresiones del otro, y ante eso, a veces hemos salido perjudicados los dos.
- Si quisiera conocerle bien, ¿a quién tendría que preguntar?
- A bastante gente. Tengo la suerte de tener un núcleo familiar fuerte y unido, y luego un nutrido grupo de grandes amigos.
- ¿Algún nombre propio?
- Seguramente mis padres y mi mujer.
- Existe otra imagen, más lejana aún: aquel niño travieso que se partió el labio con una mesa de cristal.
- Era muy travieso, muchísimo, recuerdo el "sufrimiento" que provocaba en casa porque a diario me encargaba de romper algún objeto que decoraba la casa, y no siempre con la pelota. A veces lo hacía con la cabeza, con el codo, con el pie, incluso con la cara.
- Ese niño quería ser portero.
- Sí, mi ídolo era Iribar y quería imitarle en todo.
- Indagando sobre el "otro" Sanchís descubrimos un gran amante de la caza...
- La caza es una de esas cosas que más he intentado mantener en secreto, pero ya veo que hoy no lo es. Es uno de mis grandes "hobbies" porque me encanta la naturaleza. También me gusta el cine, el teatro, la ópera, asistir a espectáculos, la lectura...
- Eres un lector compulsivo.
- Tengo un problema: leo tres o cuatro libros a la vez. Ahora estoy leyendo uno de Le Carre, otro de Ken Follett y otro de economía.
- ¿Qué te interesa más, la prensa deportiva o los índices Dow Jones?
- Digamos que como sobre el deporte tengo suficiente conocimiento por el desarrollo de mi siempre actividad, prefiero mirar el Dow Jones, que está un poco más alejado.
- La pintura es otra de tus pasiones. Dicen que sabrías reconocer una falsificación de un Van Gohg.
- ¡Qué va! ¡Ni uno bueno! Con la pintura tengo un estilo muy concreto, pero a partir de ahí me gustan cosas que cuestan mucho dinero y otras que cuestan diez mil pesetas.
- Pintura realista, supongo.
- No, es más toda aquella corriente que surgió en 1907, dicen que con "Las Señoritas de Avignon", un periodo no sólo pictórico, sino social.
- Pero esa deformación de la realidad que plasman esas obras no se ajusta mucho a tu forma de ser.
- Sí, y aunque yo sea todo lo contrario, realista, se ciñe a mis gustos, veo más posibilidades de creatividad en ese tipo de arte que en otros.
- El Gugenheim ha costado tres mil millones. Menos de lo que valdría en el mercado Julen Guerrero...
- Son temas distintos. Uno es un gran jugador de fútbol y el otro será, a partir de ahora, un símbolo de la cultura, en especial en el País Vasco. Las pinacotecas son necesarias porque enriquecen la imagen cultural del país.
- ¿El futbolista se ha convertido en un símbolo cultural?
- El deporte es cultura, sin duda, favorece al espíritu y a la calidad de vida, pero no creo que se tenga que identificar a un jugador de fútbol con un símbolo de la cultura.
- Pero tal como está el patio, ser futbolista es un chollo.
- Nos fijamos en los 30 que están en esa situación (trabajada) de privilegio. Pero hay muchos más para los que no es un chollo
- No te imagino en un banquillo.
- Nunca dirás nunca jamás, pero entre mis futuros proyectos, no entra éste.
- Y eso que últimamente has pasado mucho tiempo en él.
- No tanto. Hasta la lesión del año pasado, siempre he sido titular, y ahora también lo soy. Se me identifica mucho con el banquillo, pero no he estado tanto. Además, hay que quitar dramatismo a este tema
- Baresi, ¿el Sanchis con "marketing?, ha sido mundialmente homenajeado; un jugador que tendrá más títulos, pero no más clase que tú.
- Tuvo la suerte de que el éxito le llegara al final, tácticamente era impresionante y se vio involucrado en el equipo líder mundial. Para mi es un orgullo que me comparen con una institución como él, pero somos distintos.
- ¿Los jóvenes os han perdido el respeto?
- Te respondo con una reflexión: compara la relación de tus padres con tus abuelos y la que van a tener tus hijos contigo. Es diferente y, desde luego, no necesariamente peor.
- ¿Te gusta apostar?
- No mucho.
- Lo digo porque podría apostar a que terminas jugando con Butragueño, no se bien en qué rincón del mundo.
- Es muy posible: en el equipo de veteranos -sonríe-. Pero en el extranjero es difícil, no entra en mis planes de futuro.
- ¿En tu cabeza hay ya una estructura del futuro?
- A estas alturas de mi carrera, sería una imprudencia no tener, como mínimo, ideas.
- ¿Se puede adelantar algo?
- De momento no, porque son sólo ideas. Algunas las voy intentando cristalizar mientras sean compatibles con el fútbol. Las que necesitan más desarrollo, las iré perfilando.
- ¿Cuánto tiempo te gustaría estar en el Madrid?
- Ni un minuto más ni uno menos del idóneo.
- Fuiste el primer componente de la Quinta en llegar; serás el último en marcharte...
- Dos cosas que ya son ciertas. He abierto y cerraré el camino de la Quinta en el equipo.
- Entre el misticismo de Butragueño y el exacerbado madridismo de Míchel, ¿quedará Sanchis como el más constante de todos?
- El más longevo, al menos. Pero la grandeza de la Quinta del Buitre ha sido la riqueza de cualidades de sus cinco componentes; de cada uno se pueden extraer cualidades distintas a los demás y en todos los casos muy positivas.
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